Comenzamos en el año 2010 a pedir a las gentes del pueblo fotos antiguas de Clarés de Ribota y sus vecinos, antes incluso de formalizarnos oficialmente como Asociación Cultural.

 

Desde el principio, esta fue una de nuestras ilusiones, la de crear un Fotolibro que reuniera instantáneas antiguas de nuestro pueblo y retratos de sus gentes, creando un trabajo que quedara ahí para siempre y reuniera momentos vividos en el pueblo que ya no volverán. 

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La respuesta inicial de la gente se puede decir que fue buena, con una importante cantidad de fotografías, eso sí, aportadas por los miembros de la Asociación y por apenas un puñado de personas, lo que hacía que la mayoría de fotos fueran de familiares y personas cercanas a nosotros. En total, tendríamos unas 200 fotos, pero enseguida nos dimos cuenta que necesitábamos que mucha más gente colaborara y compartiera sus fotografías, ya que con el material reunido no conseguíamos cumplir el objetivo de que el libro fuera representativo de todo el pueblo.

 

La recopilación de fotografías sufrió un parón prolongado durante años, solamente interrumpido por pequeñas aportaciones voluntarias e inesperadas de algún particular.  

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Para el año 2015 ya podíamos publicar algo decente, pues teníamos fotografías realmente buenas, pero sabíamos que tenía que haber por ahí fotografías increíbles por las cuales merecía la pena esperar y tener paciencia. Por ello, seguimos siendo pesados y pidiendo más fotografías a la gente. Para ganar tiempo empezamos a pedir presupuestos sobre impresión de fotolibros en diferentes empresas.

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Continuamos en las redes sociales, haciendo llamamientos para colaborar. Pero el punto de inflexión fue en el año 2018, con la creación de nuestra revista Ajarbe y especialmente con las exposiciones de fotografías realizadas en Clarés, pensadas para despertar el interés y agradecer la colaboración hasta la fecha. Gracias a estas dos iniciativas, muchas personas tomaron conciencia de lo interesante de este trabajo y nos aportaron un buen puñado de fotografías nuevas.

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Después de esto, nos lanzamos definitivamente a elaborar el libro y darle forma. Teníamos unas 500 fotografías, y no podíamos esperar más tiempo. Concretamos el diseño con la imprenta y, dada la dificultad de organizar las fotos de forma cronológica, decidimos hacerlo por temáticas, para así tener un Fotolibro ordenado, y elegimos la Mancomunidad de 2001 en Clarés de Ribota como fecha tope para incluir fotografías, ya que fue un momento histórico en el pueblo, y han pasado casi veinte años de ello.

Sólo se quedarían fuera aquellas fotografías con muy baja calidad para su impresión.

 

Ya con todo definido y casi terminado nos llegaron algunas de las mejores fotografías, a las cuales no nos quedó más remedio que hacerles hueco. Podemos decir que tanta espera ha merecido la pena porque las últimas fotografías enriquecen mucho los contenidos.

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